Sueños tras un camino de éxitos
Por Martha E. Madera
Para Premio Nacional de la Juventud 2012
“El éxito no es un lugar donde llegar; sino un camino que recorrer”: este ha sido mi credo de batalla durante todos estos años. He comprendido muy bien que el éxito solo se logra con mucha dedicación, perseverancia y amor.
Desde muy temprana edad, he venido desarrollando con la ayuda de Dios y mi familia, mis capacidades cognoscitivas, y las he puesto en práctica, dando como producto la persona que hoy soy. Cada día me despierto con la ilusión de que las cosas se pueden hacer mejor, que el tiempo ni el espacio borran las ilusiones que quizá se borraron con una noche de desesperación.
Comprendiendo lo importante que es para mí, mi desarrollo académico integral, exploté al máximo toda esta capacidad, dando como resultado que desde el nivel inicial hasta el nivel medio fuera Máxima Excelencia Académica del Centro. También a esto sumo mis cursos extracurriculares como son ballet, pintura, música, idiomas y trabajos en los grupos de la iglesia.
En el ámbito educativo, meramente académico, es en el que más me he destacado, siendo premiada por el Colegio Los querubines, que fue donde estudié y diversas entidades como el Distrito Educativo de Mao, la Regional de Educación, el Despacho de la Primera Dama, FUNDI y el Ministerio de la Juventud.
He concursado en Olimpiadas de ortografía, química, biología y literatura; llegando en estas dos últimas a la etapa nacional. La Olimpiada Nacional de Literatura, fue un gran logro para mí, porque a pesar de que no obtuve el tan anhelado galardón, conocí a muchas personas exitosas que me inspiraron a seguir adelante.
Al inicio de este año 2011, un amigo me planteó integrarme al equipo del Maratón de Lectura Continua que se desarrollaría en julio. Inmediatamente acepté el reto, pues consideraba que todo lo que me propongo con Dios y mi esfuerzo se puede lograr. Gracias a Dios y al Ministerio de la Juventud, pudimos alcanzar el éxito. A través de esa actividad obtuvimos el apoyo y reconocimiento de muchas personas e instituciones: el Presidente de la Republica, el despacho de la Primera Dama, el Ministerio de la Juventud, el Ministerio de Cultura, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el movimiento Toy Jarto, Pro juventud, La asociación Nacional de Ahorros y Préstamos, el Listín Diario y el Plan Lea, la Alcaldía del Municipio de Mao, la Alcaldía del Municipio de Esperanza, la Superintendencia de Bancos, el Instituto Postal Dominicano, la CIACT, La Esquina Joven del Periódico Hoy, La FJD, El club Rotario Dominicano…
Considero que las palabras sobran para describir las emociones que allí se vivieron… Cada vez que llegaba mi turno para leer, aunque hubiese sido de noche, de madrugada o en la tarde, me llenaba de ánimo no obstante sintiera alguna tensión en mi espalda. Este reto que se cumplió con la ayuda del Todopoderoso y del Ministerio de la juventud, ha conseguido incentivar a muchos jóvenes a leer; y me siento muy orgullosa de que así sea: ese era nuestro objetivo, hacer que nuestra población, en especial la población joven, lea por lo menos una hora al día, lo que equivaldría simbólicamente a 365 horas.
365 horas y algunos segundos, no bastaran para que los estudiantes se formen, deben ser muchas más para que así sirvan de inspiración a otros jóvenes para que se motiven a estudiar y salir del mundo oscuro del subdesarrollo.
Debo agregar que me sentí más que satisfecha al sentir que el corazón de nuestro país se había volcado a nuestra lectura; que cada página que leíamos, sentíamos el apoyo irrestricto de toda nuestra amada patria, y que habíamos iniciado la siembra de amor por la lectura en nuestros niños y jóvenes.
Personalmente agradezco a todas las personas que de una forma u otra nos apoyó, ya que esto quiere decir que nuestra población está preocupada por el nivel educativo de nuestros estudiantes.
La literatura, va muy de la mano con lo que es la cultura: gracias a Dios y a mis maestros he podido desarrollar mi voz y tocar la flauta, para cantar al mundo que nuestro país tiene muchísimo talento, escondido en jóvenes como nosotros, de lejanas provincias, como dirían algunos.
Nuestra República Dominicana, es un diamante que brilla en el Caribe: para siempre resplandecerás como la estrella que eres, porque dentro de ti existimos jóvenes talentosos con el único deseo de servir a los demás, para que de esta manera podamos obtener un mejor futuro para toda nuestra sociedad.
Para Premio Nacional de la Juventud 2012
“El éxito no es un lugar donde llegar; sino un camino que recorrer”: este ha sido mi credo de batalla durante todos estos años. He comprendido muy bien que el éxito solo se logra con mucha dedicación, perseverancia y amor.
Desde muy temprana edad, he venido desarrollando con la ayuda de Dios y mi familia, mis capacidades cognoscitivas, y las he puesto en práctica, dando como producto la persona que hoy soy. Cada día me despierto con la ilusión de que las cosas se pueden hacer mejor, que el tiempo ni el espacio borran las ilusiones que quizá se borraron con una noche de desesperación.
Comprendiendo lo importante que es para mí, mi desarrollo académico integral, exploté al máximo toda esta capacidad, dando como resultado que desde el nivel inicial hasta el nivel medio fuera Máxima Excelencia Académica del Centro. También a esto sumo mis cursos extracurriculares como son ballet, pintura, música, idiomas y trabajos en los grupos de la iglesia.
En el ámbito educativo, meramente académico, es en el que más me he destacado, siendo premiada por el Colegio Los querubines, que fue donde estudié y diversas entidades como el Distrito Educativo de Mao, la Regional de Educación, el Despacho de la Primera Dama, FUNDI y el Ministerio de la Juventud.
He concursado en Olimpiadas de ortografía, química, biología y literatura; llegando en estas dos últimas a la etapa nacional. La Olimpiada Nacional de Literatura, fue un gran logro para mí, porque a pesar de que no obtuve el tan anhelado galardón, conocí a muchas personas exitosas que me inspiraron a seguir adelante.
Al inicio de este año 2011, un amigo me planteó integrarme al equipo del Maratón de Lectura Continua que se desarrollaría en julio. Inmediatamente acepté el reto, pues consideraba que todo lo que me propongo con Dios y mi esfuerzo se puede lograr. Gracias a Dios y al Ministerio de la Juventud, pudimos alcanzar el éxito. A través de esa actividad obtuvimos el apoyo y reconocimiento de muchas personas e instituciones: el Presidente de la Republica, el despacho de la Primera Dama, el Ministerio de la Juventud, el Ministerio de Cultura, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el movimiento Toy Jarto, Pro juventud, La asociación Nacional de Ahorros y Préstamos, el Listín Diario y el Plan Lea, la Alcaldía del Municipio de Mao, la Alcaldía del Municipio de Esperanza, la Superintendencia de Bancos, el Instituto Postal Dominicano, la CIACT, La Esquina Joven del Periódico Hoy, La FJD, El club Rotario Dominicano…
Considero que las palabras sobran para describir las emociones que allí se vivieron… Cada vez que llegaba mi turno para leer, aunque hubiese sido de noche, de madrugada o en la tarde, me llenaba de ánimo no obstante sintiera alguna tensión en mi espalda. Este reto que se cumplió con la ayuda del Todopoderoso y del Ministerio de la juventud, ha conseguido incentivar a muchos jóvenes a leer; y me siento muy orgullosa de que así sea: ese era nuestro objetivo, hacer que nuestra población, en especial la población joven, lea por lo menos una hora al día, lo que equivaldría simbólicamente a 365 horas.
365 horas y algunos segundos, no bastaran para que los estudiantes se formen, deben ser muchas más para que así sirvan de inspiración a otros jóvenes para que se motiven a estudiar y salir del mundo oscuro del subdesarrollo.
Debo agregar que me sentí más que satisfecha al sentir que el corazón de nuestro país se había volcado a nuestra lectura; que cada página que leíamos, sentíamos el apoyo irrestricto de toda nuestra amada patria, y que habíamos iniciado la siembra de amor por la lectura en nuestros niños y jóvenes.
Personalmente agradezco a todas las personas que de una forma u otra nos apoyó, ya que esto quiere decir que nuestra población está preocupada por el nivel educativo de nuestros estudiantes.
La literatura, va muy de la mano con lo que es la cultura: gracias a Dios y a mis maestros he podido desarrollar mi voz y tocar la flauta, para cantar al mundo que nuestro país tiene muchísimo talento, escondido en jóvenes como nosotros, de lejanas provincias, como dirían algunos.
Nuestra República Dominicana, es un diamante que brilla en el Caribe: para siempre resplandecerás como la estrella que eres, porque dentro de ti existimos jóvenes talentosos con el único deseo de servir a los demás, para que de esta manera podamos obtener un mejor futuro para toda nuestra sociedad.
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